¿Por qué tu bebé no debería dormir toda la noche?

¿Por qué tu bebé no debería dormir toda la noche?

l sueño infantil es uno de los temas que más inquietud genera en madres, padres y cuidadores. Las noches interrumpidas, los despertares frecuentes y la dificultad para lograr que un bebé "duerma toda la noche" suelen ser vistos como problemas que hay que solucionar lo antes posible. Sin embargo, lo que muchos no saben es que este tipo de sueño es completamente normal, especialmente en los primeros meses de vida.


Dormir como adulto… ¿desde bebé?

Uno de los errores más comunes hoy en día es intentar que los bebés—especialmente los menores de 6 meses—duerman como los adultos. La realidad es que el ser humano necesita años para desarrollar un patrón de sueño similar al de sus padres.

Durante los primeros meses de vida, los despertares nocturnos no solo son esperados, sino que cumplen una función vital: garantizan la alimentación del bebé, su seguridad emocional y su bienestar físico. Despertar durante la noche le ayuda a regular su temperatura, su respiración y a sentir la cercanía de sus cuidadores, lo cual es clave para su desarrollo emocional y biológico.

 

¿Cuánto debería dormir un bebé realmente?

Aunque muchos padres buscan horas ininterrumpidas de sueño, lo cierto es que el descanso del bebé está distribuido a lo largo del día y la noche. Según la edad, los rangos son:

  • 0 a 3 meses: duermen entre 14 y 18 horas, distribuidas en varios periodos cortos.

  • 4 a 7 meses: entre 12 y 16 horas, con una ligera concentración nocturna.

  • 8 meses en adelante: duermen de 10 a 14 horas, con un sueño nocturno más prolongado y siestas más cortas.

Este patrón cambiará gradualmente con el tiempo, y no necesita ser forzado.

 

Entonces… ¿qué deberíamos hacer?

Lo más importante es informarse y acompañar el proceso natural del sueño, entendiendo que los despertares no son errores de crianza, sino una oportunidad para fortalecer el apego seguro. Atender las necesidades de un bebé cuando llora en la noche no lo “malcría”; al contrario, le da seguridad emocional y lo ayuda a crecer sano.

Evita imponerle horarios rígidos, rutinas estrictas o entrenamientos invasivos que no se adaptan a su etapa de desarrollo. En lugar de eso, observa su propio ritmo y acompáñalo con paciencia y presencia. Cada bebé es único, y su sueño también lo será.

 

Acompañar en lugar de controlar

El sueño no debe ser tratado como un problema a resolver, sino como un proceso a comprender y acompañar. Entender que un bebé no se despierta para molestar, sino porque tiene una necesidad, cambia por completo la perspectiva y reduce la frustración de los adultos.

El objetivo no es simplemente que duerma toda la noche, sino que crezca seguro, acompañado y emocionalmente estable. Y eso empieza desde los primeros despertares.

 

En resumen

  • Despertar por las noches es normal y necesario en los bebés.

  • No intentes imponerle patrones de sueño adultos a un recién nacido.

  • Respeta sus ritmos, acompaña sus necesidades y crea un entorno seguro.

  • El sueño infantil es un proceso, no una batalla.

Acompañar a tu bebé con empatía durante esta etapa construirá vínculos fuertes y bases emocionales sólidas para toda su vida.

Este artículo está escrito por la doctora María André Kopp y revisado y validado por  la doctora Ana Lucía Diez

 


Posteado hace 4 semanas
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